Con tu sonrisa de medio lao
cué ¤tos te quiero te habré © callao
cué ¤tas cosas de chiquillo
aé·˜ conservas en los bolsillos.
Con tu eterno cigarrillo,

con tu ojera y tu descuido.
La mé © bella de las danzas
es tu cojera al caminar.

Imagino que engordaste
para que el alma te entrase.
Imagino que tus canas
son recuerdos en tus bodas de plata.

Con ni sonrisa de medio lao
cué ¤tos te quiero me habr?callao.
T?me diste el primer brillo,
me sacaste de un bolsillo.
Fré '„¢il como una pelusa,
como una inocente excusa,
en una arruga de tu abrigo
me senté?  protegido.

No eres sé«žo aquel que firma
en el libro de familia.
Ni eres el silencio en el sof?
viendo un partido en zapatillas.

Eres mucho mé ©,
eres ese mucho mé ©,
eres ese amigo que me dio vida,
eres ese amigo que me dio vida.

Por eso no quiero dejarte aparcao
por eso no puedo seguir callao
hoy que al fin me he dado cuenta
que me sumabas de tu resta.

Y, dé““ame por esta noche
ser las manos que te arropen.
Y, dé““ame que te regale
un abrigo nuevo en condiciones.

Y dé““ame gritar
eres ese amigo que me dio vida.
y que eres ese amigo que me dio vida,
y que eres ese amigo que me dio vida.
Ese que es mi amigo, me dio la vida.